
Vol. 6 Núm. 2 (2022): Revista Científica investigar ISSN 2588 – 0659
Vol.6-N° 02, 2022, pp. 193-190 Revista Científica MQRinvestigar 202
8. Comunicación y uso ético de la información.
o
Comprende lo que significa un uso ético de la información.
o
Respeta el uso legal de la información.
o
Comunica el producto de aprendizaje, haciendo reconocimientos a la propiedad intelectual.
o
Utiliza las normas de estilo para citas que le son relevantes.
En contraparte, la brecha digital es un problema relacionado con las limitaciones en cuanto al acceso
a las TIC por parte de grandes sectores de la población, al respecto es necesario añadir que esta
situación conlleva a la estratificación de la sociedad de acuerdo a si esta tiene acceso, o no a las nuevas
tecnologías y al uso que hace de las mismas, es decir aquellos que acceden a estas tecnologías y
aquellos otros que no pueden acceder o que incluso desconozcan su existencia (Villela y Contreras,
2021).
Mientras que Riemens (2014) señala que el propósito de la aplicación de enfoques disciplinares como
la Alfabetización Informacional es eliminar la desigualdad. De esta manera se generan proyectos y
programas que permitan el acceso a los servicios y productos a todas las comunidades, en el caso de
la tecnología existía un mínimo acceso lo que se denomina brecha digital, por lo cual la población no
tiene alcance a los servicios de telecomunicación que le permita un desarrollo social y económico
mediante el conocimiento de las tecnologías.
Rizo (2012) explica que los indicadores de infraestructura y equipamiento están orientados hacia la
medición de todas aquellas infraestructuras físicas imprescindibles para disponer de acceso a un
servicio de telecomunicaciones, como pueden ser las redes telefónicas, el cableado de fibra óptica o
los sistemas de acceso vía satélite, así como la disponibilidad de los equipos informáticos necesarios
para realizar las conexiones telemáticas. Los indicadores de las condiciones de accesibilidad reflejan
la disponibilidad de diferentes posibilidades de acceso a internet desde emplazamientos diversos
como el domicilio personal, el lugar de trabajo, los centros educativos, colegios, institutos,
universidades, centros docentes, diferentes instituciones públicas, bibliotecas, archivos, entre otros.
De esta manera, un estudio de Alfonso (2016) destaca que la Alfabetización Informacional como
disciplina se caracteriza por ser genérica y transversal a todas las áreas del currículum, enteramente
conectada con el desarrollo de habilidades lingüísticas y cognitivas, de pensamiento crítico-reflexivo
y de autorregulación de procesos. En suma, la finalidad es el aprendizaje, porque es requisito
ineludible en la sociedad de la información saber utilizar los datos disponibles más allá de los
formatos y soportes en que se presentan. Por ello, la Alfabetización Informacional dota a los usuarios
de herramientas valiosas para que puedan aprender a investigar e informarse. Este aspecto no supone
únicamente aprender a localizar información y datos relevantes, sino que de manera fundamental
representa adquirir herramientas para construir conocimiento.
En este sentido, los procedimientos para la localización de la información, según Presta (2019),
capacitan a los usuarios para buscar, evaluar, utilizar y crear información eficazmente para conseguir
sus metas personales, sociales, ocupacionales y educativas. Constituye un derecho humano básico en
el mundo digital y promueve la inclusión social. Además, es responsabilidad de los profesionales de
la información promover las habilidades y competencias suficientes para el acceso democrático a la
información desde todos los recursos disponibles.
Desde la perspectiva de Marzal y Borges (2017), se debe considerar que la Alfabetización
Informacional se encuentra estrechamente ligado al contexto histórico, económico, cultural y social
del individuo. Una persona se puede considerar o no alfabetizada en función de si es capaz o no de